El momento decisivo o El instante decisivo es el nombre de un articulo que escribió Cartier-Bresson en 1952 como prefacio a un libro de fotografías suyas llamado Images à la sauvette.
En el texto explica su método de trabajo y rechaza algunos usos (manipulación de la copia, uso de flash), pero sobre todo entre sus lineas subyace la esencia misma de ese instante decisivo que el busca en cada disparo de su cámara.
No pretendo analizar el texto, está al alcance de todos y lo mejor es leerlo por uno mismo, aunque si me gustaría destacar dos fragmentos.
El primero hace referencia al relato fotográfico:
"Algunas veces hay una imagen única, cuya composición posee tal vigor y riqueza, y cuyo contenido expresa tanto, que esta sola imagen es ya una historia completa en si misma"Cartier Bresson no era partidario de realizar reportajes sobre un mismo tema, lo consideraba una trampa. En realidad él no deseaba que se le etiquetara como fotoperiodista, a pesar de estar considerado como tal. Buscaba esa imagen única, contarlo todo en una sola fotografía. No incidía demasiado en el mismo sujeto, una vez había captado lo que pretendía pasaba a otra cosa. De hecho cuando pensamos en sus fotografías tenemos claro como son pero nos cuesta ver un tema que las una, salvo que todas conforman un retrato de la época en que fueron hechas, al contrario que fotógrafos como Capa, muy vinculados a conflictos bélicos y a series relacionadas con ellos.
Henry Cartier-Bresson |
El segundo, en la linea del primero, es el significado que Cartier-Bresson da a la fotografía:
"Para mi la fotografía es el reconocimiento simultaneo, en una fracción de segundo, de la significación de un hecho con la organización precisa de las formas que dan a ese hecho su expresión propia"Del que se desprende la importancia que para él tiene la composición de la imagen, a pesar de ser alguien que saca fotos a hurtadillas, que busca momentos imprevisibles, imposibles de anticipar. Hay que tener en cuenta que su primera vocación fue la pintura y seguramente de su formación artística guardara ciertas maneras. No es de extrañar que André Lothe, su antiguo maestro, al ver sus fotografías dijera: "Todo se lo debe a su formación de pintor".
The Var department - Hyères, 1932. |
Supongo que a la mayoría le gusta ver a Cartier-Bresson como un cazador, agazapado tras una esquina acechando a su presa, a mi me gusta verlo más como un pescador, escogiendo su puesto cuidadosamente, mimetizándose con el entorno, armado de la paciencia necesaria para esperar el momento en que el pez se acerque y sin que éste se percate tirar del hilo.
Fuentes consultadas: Estética fotográfica de Joan Fontcuberta, El ojo del siglo de Pierre Assouline e internet.